Nave Lagoa

Salto BASE en Portugal

BASE es un acrónimo inglés que corresponde a las iniciales de las palabras Building, Antenna, Span, Earth, los cuatro tipos de lugares desde los que se practica esta modalidad de saltos. El alemán Dominik Loyen y el sueco David Thomasson, compartían la pasión por el salto BASE y el destino quiso que ambos murieran intentando saltar en el mismo lugar, en los acantilados de Nazaré, uno en 2018 y el otro en 2013.

Dominik tiene asignado el número 359 y David el 207 en la lista de fallecidos practicando salto BASE que publica la revista especializada Blinc. El listado recopila datos desde el año 1981 como recordatorio y advertencia de que el salto BASE es una actividad de alto riesgo, a la que se debe acceder con responsabilidad y con una importante experiencia previa en saltos con paracaídas desde aviones.

De hecho, cada vez que se produce alguna muerte de este tipo se reabre el debate sobre si deberían prohibirse estos deportes de tan alto riesgo. En Portugal, como en la mayoría de los países de Europa, no se considera en sí misma una actividad ilegal aunque sí que se puede impedir el acceso o multar a las personas que acceden subrepticiamente a algunos de los recintos cerrados al público desde los que se intentan los saltos. Priman los derechos y libertades de todo individuo a disponer de su vida siempre que no ponga en riesgo bienes o derechos ajenos.

Y lo cierto es que para muchos es un riesgo que vale la pena. La mayoría de los que lo practican reconocen sentir miedo antes de saltar pero afirman que todo se compensa cuando toman tierra y sienten un tremendo brote de alegría al comprobar que el salto ha salido bien. Otros afirman que la sensación de libertad que producen estos saltos es algo difícil de igualar.

Para los que quieran conocer más sobre el paracaidismo y las distintas modalidades de salto, a una hora al norte de Lisboa, en la zona de Leiria, opera la empresa Get High, auspiciada por uno de los saltadores portugueses más conocidos, Mario Pardo, que ha saltado desde lugares tan emblemáticos como el puente 25 de abril o el Padrão dos Descobrimentos en Lisboa. Y tanto en Lisboa como en Oporto hay también cada vez más empresas que ofrecen experiencias de túnel de viento, con las que se consiguen sensaciones próximas al salto sin apenas riesgo.

Y, finalmente, para los que prefieran seguir este tema un poco más desde la barrera, es muy interesante el documental Sunshine Superman, sobre la vida de Carl Boenish, uno de los padres del movimiento de salto BASE. Más en plan entretenimiento, el salto base lleva años muy presente en películas de acción, como Drop Zone, con Wesley Snipes, o las misiones imposibles 2 y 3, con Tom Cruise. Y para los que prefieran la lectura, The Great Book of Base, de Matt Gerdes, es una buena opción para aprender sobre el tema y The Moment of Letting Go, de Jessica Redmerski, sería la alternativa para los que prefieran la literatura romántica.

Navidad en la región Oeste

Hoy compartimos algunas ideas para disfrutar con familia y amigos la magia de las festividades navideñas en la impresionante región Oeste de Portugal. Con sus encantadoras tradiciones, paisajes pintorescos y una atmósfera acogedora, nuestra región ofrece una experiencia única para celebrar el espíritu navideño. Aquí tienes algunas de las mejores actividades para vivir la Navidad en la Región Oeste:

Callejuelas de Óbidos

1. Pintorescos Mercados Navideños

En ciudades como Óbidos y Caldas da Rainha, los mercados de Navidad se transforman en verdaderos cuentos de hadas. Calles estrechas y plazas históricas se adornan con luces parpadeantes, mientras que los puestos ofrecen artesanía local, dulces deliciosos y regalos únicos. Los belenes de sal de la aldea Marinhas de Sal, en Rio Maior, están hechos con la sal que producen allí; parecen de nieve! Es una oportunidad perfecta para encontrar recuerdos especiales y sentir el calor de la temporada.

2. Conciertos y Espetáculos:

La región Oeste cobra vida con la música festiva durante la Navidad. Desde coros encantadores en iglesias históricas hasta conciertos al aire libre en plazas, hay una variedad de presentaciones para todos los gustos. No te pierdas la oportunidad de experimentar la emoción de un concierto navideño bajo las estrellas.https://www.visitportugal.com/pt-pt/destinos/centro-de-portugal

3. Iluminación de Navidad Deslumbrante:

Las ciudades y pueblos de la región Oeste se convierten en auténticos paraísos de luces durante la temporada navideña. Edificios históricos, calles y plazas se adornan con decoraciones deslumbrantes, creando una atmósfera mágica que seguramente cautivará a visitantes de todas las edades. Vila Natal en Óbidos es siempre un must https://obidosvilanatal.pt/

Vila Natal en Óbidos

4. Tradiciones Culturales Locales:

Descubre las tradiciones únicas de esta región durante la Navidad, con celebraciones religiosas, como la Misa del Gallo, y prácticas culturales auténticas. Aprovecha la oportunidad para probar delicias locales tradicionales, como el Bolo Rei y el Bolo Rainha, que son unas delicias características de la época y primos hermanos del Roscón de Reyes que se hace en España.

5. Patinar sobre hielo al aire libre:

En algunas ciudades, como Torres Vedras y Óbidos, la diversión en la pista de patinaje y el tobogán son unas experiencia imperdibles para todas las edades. Deslízate en la pista mientras disfrutas de las luces parpadeantes a tu alrededor, creando recuerdos inolvidables para la temporada. Al celebrar la Navidad en la región Oeste de Portugal, te sumergirás en una experiencia encantadora que combina tradición, belleza natural y calidez humana. Es una celebración mágica e inolvidable en esta encantadora parte del país. ¡Felices fiestas! 🎄

Eventos de surf en la región Oeste

Un aficionado al tenis difícilmente podrá jugar nunca en la pista central de Wimbledon o de Roland Garros. Un aficionado al golf tampoco se verá probablemente ante la oportunidad de jugar en Augusta o en St. Andrews. Y los aficionados al fútbol seguramente estarían dispuestos a pagar cantidades absurdas por llegar a poder jugar un día en el Santiago Bernabeu o en Wembley.

Exactamente lo contrario del surf, que tiene la particularidad de que cualquiera puede comprar o alquilar una tabla y vivir en primera persona las mismas olas de Ericeira, Supertubos o Nazaré en las que se desarrollan tres de los eventos más importantes del mundo del surf.

En los más de 100 km de costa de la región Oeste hay un abanico amplísimo de posibilidades de surf, para todos los niveles. Y cualquier día vale para buscar buenas olas. Pero el final del verano añade el atractivo adicional de abrir el calendario de citas de primer nivel mundial para los amantes del surf: las pruebas de la World League en Ericeira en octubre, en Peniche en Marzo y el inicio de la temporada de olas gigantes en Nazaré, que va justamente de octubre a marzo.

Supertubos

Las olas de Supertubos en Peniche se consideran la versión europea de la famosa Pipeline hawaiana, con la ventaja de que el fondo es arenoso y sin los peligrosos arrecifes de la de Hawai. A cambio, conviene que el wetsuit aquí sea un poco más grueso. En Ericeira la temperatura es también fresca pero la ciudad tiene ese punto cool que tanto gusta a quien se acerca al mundo del surf.

Ericeira

Para reponer fuerzas, justo a pie de playa, a pocos metros de Supertubos, está el Xakra, cuyas mesas son también un objetivo muy codiciado durante todo el año. Y el Furnas de Ericeira lleva años manteniendo un nivel de excelencia que bien vale la visita.

La oferta de alojamientos también es amplia. Desde las típicas furgonetas de los más jóvenes, a campings a pie de playa, multitud de hostales y apartamentos, eco-resorts y hasta algunos hoteles convencionales. Por su buena relación calidad-precio destacamos dos: el Kate Kero, que al estar en el centro de Peniche, facilita el acceso a los restaurantes, los comercios y el bullicio de la ciudad; y el recientemente renovado MH Atlántico, por todo lo contrario, es más tranquilo y está a pie de playa, para llegar fácilmente andando a las playas de Consolção y Supertubos y poder aprovechar las olas desde el primero hasta el último minuto.

En Nazaré, la posibilidad de poder ver alguna de las famosas olas gigantes de la Praia Norte dura desde el principio del otoño hasta marzo aunque siempre puede haber algún temporal fuera de fechas que permita acercarse al faro para contemplar esos monstruos de 30 metros de altura, solo aptos para surferos expertos. A finales de octubre se entregan además en Nazaré los premios anuales Big Wave Challenge, que reúnen a todos los grandes nombres de las olas gigantes.

Nazaré

En este link viene un vídeo muy interesante de la World Surf League explicando cómo se forman estas olas, por influencia de un cañón submarino de varios kilómetros de extensión que hay justo al sur del cabo.

Para hospedarse en Nazaré, una opción sencilla, en el centro, es el Hotel Magic. Y para comer, nuestras opciones preferidas son Rosa dos Ventos y A tasquinha, aunque el excelente nivel hace que la experiencia sea casi siempre estupenda en la mayoría de los sitios. De hecho, uno de los mayores fans de este blog siempre recuerda que en Nazaré comió la mejor lubina salvaje que ha comido nunca.

Sea como surfero o como espectador, con alojamiento en furgoneta o en hoteles, las olas y el buen rollo colectivo están garantizados y la experiencia vale realmente la pena.

438.000 motivos para hacer el Camino de Santiago

Durante el año 2022, 438.000 personas acreditaron haber completado al menos 100 kilómetros a pie o 200 en bicicleta en la ruta del Camino de Santiago. Para entender la tendencia creciente de la cifra, basta reseñar que en 1990 lo hicieron 5.000 personas y en el año 2000 fueron 55.000. En 2018 fueron ya 327.000, y aunque en 2020 y 2021 las cifras sufrieron el impacto de la pandemia de COVID19, en 2022 volvieron con más fuerza que nunca y marcaron ese nuevo récord histórico de 438.000 peregrinos a Santiago de Compostela.

Pero ¿qué lleva a tantas personas a emprender ese Camino? En sus orígenes medievales se hacía principalmente por motivos espirituales, buscando la intercesión del Apóstol Santiago o la indulgencia derivada de la peregrinación. Y hoy en día muchos peregrinos siguen teniendo un motivo religioso en su mochila. Pero el Camino es para la gran mayoría un viaje al interior de uno mismo, un tiempo de reflexión, de esfuerzo compartido y de compañerismo. El Camino permite un contacto muy intenso con la naturaleza a través del paisaje, pero también con la naturaleza humana a través del esfuerzo, la amabilidad, la hospitalidad, la superación de los retos y el intercambio de experiencias con otros caminantes.

Su progresiva revitalización durante la segunda mitad del siglo XX se ha asociado con el deseo latente en mucha gente de recuperar las raíces europeas, de ir despacio en lugar de correr y de conseguir las cosas con tiempo y esfuerzo en lugar de al instante.

Se ha intentado explicar de muchas maneras pero seguramente habrá 438.000 razones diferentes y todas serán buenas para acudir durante unos días a esta excepcional escuela de humanidad.

Una de las grandes maravillas de la ruta es que pasa casi por cualquier punto de Europa; hay más de 80.000 kilómetros de Camino marcado. Y aunque una parte importante de la gente sigue el llamado Camino Francés (que cruza los Pirineos y recorre el norte de España por Pamplona, Burgos y León hasta llegar a Santiago) cada vez se van popularizando más otras rutas alternativas, menos concurridas y, en cierto modo, también un poco más próximas a la sencillez y la paz interior que uno busca en esta aventura.

El Caminho Portugués, la ruta portuguesa del Camino, desde Lisboa hasta Santiago, es especialmente recomendable para quienes quieran disfrutar de esa experiencia más personal, con más naturaleza y un poco menos populosa. La ruta pasa por Santarem, Coimbra y Oporto como ciudades más destacadas y puede verse muy bien detallada en la web de Gronze (https://www.gronze.com/camino-portugues).

El Convento de Cristo en Tomar

Pero nosotros queremos destacar un tramo central, que discurre muy cerca de la región Oeste, y que es especialmente recomendable para quienes quieran vivir la parte del Camino más próxima a la naturaleza. Se trata del tramo entre Tomar y Coimbra. Tomar, el punto de origen, es una pequeña ciudad comandada por el Convento de Cristo, un imponente castillo templario, patrimonio de la humanidad de la Unesco, y uno de los más bellos ejemplos de arquitectura gótica manuelina. El punto de destino es bullicio, encanto y callejuelas para perderse. Y, entre medias, 90 kilómetros de Camino por bosques encantados, por sendas entre frutales y pequeñas aldeas en las que siempre hay algún lugareño dispuesto a ofrecer unas palabras o cualquier ayuda al peregrino. La señalización es especialmente buena, en gran medida porque el recorrido es a la vez Camino de Santiago hacia el Norte y Camino de Fátima hacia el Sur, por lo que los postes de señalización tienen la característica flecha amarilla hacia Santiago en un lado y la flecha azul hacia Fátima en el otro. Eso provoca también interesantes encuentros entre caminantes en un sentido y en otro, opuestos en la dirección, pero unidos por una búsqueda similar.

Unos hacia Fátima y otros hacia Santiago

Y para el que quiera hacer solamente un pequeño aperitivo, en modo familiar con niños, se puede plantear visitar el Convento de Cristo en Tomar, comer en alguno de los restaurantes de la zona peatonal de la ciudad, como por ejemplo en O Tabuleiro, y hacer los primeros cuatro kilómetros, que discurren paralelos al río Nabão y son especialmente bonitos. Seguro que más de uno después de ese aperitivo querrá plantearse en el futuro degustar otros platos del Camino. ¡Buen Camino!

Meditación… en las playas de la región Oeste

En la región Oeste de Portugal hay varios centros que ofrecen cursos o retiros de yoga, mindfulness o meditación. Algunas iniciativas son temporales o estacionales y no muy fáciles de localizar. Entre las permanentes, Ponto Sereno en Leiria, Vitality en Praia da Areia Branca o Yoga para iniciantes Caldas pueden ser una buena opción para empezar a conocer ese tipo de prácticas y ver si nos encajan también a nosotros. Una de las iniciativas más interesantes son los retreats que ofrece Budha Retreats en la pequeña aldea de Columbeira, entre Bombarral y Peniche, en los que se pueden hacer estancias únicamente de yoga o de yoga y surf. Finalmente, no podemos dejar de recomendar a la fantástica Heart Zü, que ofrece clases individuales y de grupo en Lisboa y en Óbidos.

Con quince minutos todos los días se notan ya efectos positivos, sobre todo a nivel de capacidad de concentración, de mejora en la memoria y de bienestar general. Además, esos efectos positivos se pueden conseguir por varios caminos; el mindfulness, la meditación, el tai chi, el yoga o incluso la técnica Alexander comparten unos principios básicos similares, de actitud positiva, de relajación, de estar concentrado en el momento presente y de beneficios posturales, por lo que vale la pena experimentar y ver lo que mejor nos funciona a cada uno de nosotros.

Y lo que también es común a todos esos caminos es que en combinación con la playa multiplican sus efectos positivos. Es bien conocido que el mar y la playa tienen numerosos elementos beneficiosos para la salud: los iones negativos de la brisa marina aumentan los niveles de serotonina y reducen nuestra ansiedad; el yodo presente en el agua y la brisa limpian nuestras vías respiratorias y nos ayudan a oxigenar el organismo; y los minerales presentes en el agua son muy positivos para las afecciones de la piel. Todo ello suele producir un efecto relajante y de bienestar, muy positivo. Pero si a todos esos efectos les sumamos los derivados de sentarnos o tumbarnos unos minutos y practicar alguna forma de relajación, podemos tener una experiencia todavía más completa.

Obviamente, lo ideal es poder hacerlo con cierta tranquilidad, disfrutando únicamente del rumor de las olas. Para ello, las playas del Oeste son perfectas porque suelen ser grandes y permiten fácilmente, bien yendo a primera hora, bien caminando un poco hasta una zona tranquila y sin gente, encontrar ese punto de encuentro entre nosotros, la naturaleza y la paz interior.

El momento ideal es a primera hora de la mañana. La playa al amanecer tiene algo especial, sobre todo cuando la bajada de la marea durante la noche ha dejado la arena lisa y perfecta, como si nos hubieran colocado una alfombra nueva de varios kilómetros solo para nosotros. Caminar por la arena en esos momentos y mirar atrás, viendo que únicamente aparecen nuestras huellas, produce siempre un sentimiento de intimidad y de fusión con el medio realmente especial.

Planes para días de calor extremo en Portugal

Jugábamos en una entrada anterior con la idea de que muchas personas incluso agradecen cuando en verano viene un día lluvioso y tienen la excusa perfecta para poder hacer planes diferentes a los típicos de surf, playa y golf.

En el extremo opuesto estarían los días de calor. Pero, en un ejemplo más de que los extremos se tocan, vemos que la práctica totalidad de planes que comentábamos para esos días de lluvia valen también para días de calor extremo.

Y además hay algunos adicionales. En un artículo del Diario de Noticias durante la ola de calor de agosto de 2018 se citaba el cabo Carvoeiro como uno de los lugares más frescos de Portugal continental:

https://www.dn.pt/pais/interior/fugir-do-calor-conheca-os-locais-mais-frescos-de-portugal-continental-9672712.html

Y es verdad que cualquiera que haya visitado el cabo, con sus impresionantes acantilados y sus vistas maravillosas de la costa y de las islas Berlengas, habrá visto que en ese espacio de fusión salvaje entre la tierra y el mar casi siempre hace, como mínimo, una suave brisa fresca.

Otro plan en la misma línea serían los acantilados de Foz de Arelho, con sus vistas sobre el mar y la lagoa. El plan combina especialmente bien con alguno de los agradables chill-outs de la playa de Foz de Arelho.

Y también en esa línea de chill-out, es especialmente recomendable el jardín del Areias do Seixo, que permite disfrutar en buena compañía de la siempre agradable combinación de la noche, el fuego y las estrellas.

5 tips para disfrutar en Semana Santa la región Oeste de Portugal

1. Procesiones de Óbidos

Óbidos recibe miles de visitantes todo el año pero en Semana Santa el habitual ambiente festivo se detiene durante un par de horas para acoger con solemnidad y gran participación su principal procesión, la del Entierro del Señor, que se celebra en la noche del viernes Santo y es seguida con devoción por un gran número de personas ataviadas con trajes de la época. http://www.semanasantaobidos.pt/

2. Folar de Páscoa

En el centro y oeste del país una de las tradiciones más típicas en Semana Santa es tomar el Folar de Páscoa, un pan dulce elaborado con harina, huevos, azúcar y canela. El Folar puede decorarse también con huevos duros y a veces se come con queso, jamón y un vaso de vino. Si todavía no lo conoces, puedes probar el que preparan en el Atelier do Doce, entre Caldas da Rainha y Alcobaça, que ha recibido numerosos premios. https://atelierdodoce.pt/produto/folar-de-bronze/

3. Las olas de Peniche

Aunque cada vez hay más valientes que se atreven también con las olas durante el invierno, tradicionalmente la Semana Santa marca el inicio de la temporada de surf en las playas de Peniche. Las temperaturas tanto exteriores como en el agua comienzan a ser ya más agradables y miles de surfistas se acercan para comenzar o retomar la pasión por las olas.

Surf en Peniche

4. Flamencos en la Lagoa

El final del invierno marca también normalmente el momento en que los humedales están en su apogeo y es fácil ver a algunas de las familias de flamencos que anidan en la lagoa de Óbidos durante la temporada invernal.

Flamencos en la lagoa de Óbidos

5. Sardoal

Terminamos con una sugerencia que no está geográficamente dentro de la región Oeste pero que queda muy cerca y es perfecta para una pequeña excursión de un día. Se trata de Sardoal, una pequeña población en la A23, cerca de Abrantes, con profundas tradiciones religiosas. Durante la Procesión de la Hogueras se apaga el alumbrado público y únicamente hay luces de antorchas y de centenas de lamparillas que se colocan en las ventanas y balcones de las casas. Las ermitas e iglesias se decoran con alfombras de flores y en la Iglesia Matriz se coloca trigo germinado en la oscuridad, que le da un tono amarillo particular.http://www.cm-sardoal.pt/images/CMS/SemanaSanta2023/cartaz_semana_santa_2023_final.jpg

Vuelven los viajeros asiáticos

En todas las culturas se aprecia y valora positivamente la mezcla de simplicidad y profundidad que ofrecen desde épocas milenarias los proverbios chinos. A nosotros nos gusta especialmente el de Lao Tse que dice que un viaje de mil millas comienza con el primer paso.

Durante décadas China ha sido un país disciplinado y poderoso pero muy centrado en sí mismo. Pero en el siglo XXI, por diversas causas internas y externas, ha despegado como una gran potencia mundial, pasando de una economía basada en manufacturas de bajo coste a una más completa, en la que tienen gran importancia las nuevas tecnologías. Eso ha generado empresas muy potentes, con gran fuerza exportadora, que han empezado a ganar una presencia global más que notable. Y también ha dado lugar a una creciente clase media, con capacidad para viajar y para disfrutar de lujos antes imposibles.

Para entender la importancia económica que pueden tener esos viajeros, según los datos oficiales de la Secretaría de Turismo de Portugal, en 2017 un turista español gastaba de media 89 euros al día en Portugal, mientras uno chino se gastaba 642 euros. Es decir, un turista chino gastaba en un día lo que un español en una semana. Los años de la pandemia han supuesto un parón total en esos viajes pero en 2023 ya se han reanudado y, además, a un ritmo excepcionalmente alto: en los diez días alrededor del año nuevo chino se han producido cerca de 2.000 millones de desplazamientos de ciudadanos chinos.

No es de extrañar, por tanto, que Europa vuelva de nuevo sus ojos hacia ese tipo de turista, para ofrecerle aquello que le pueda hacer volver o que pueda recomendar el viaje a alguno de sus millones de compatriotas. ¿Y qué es lo que atrae más a ese tipo de viajero?

Pues en primer lugar, y por sorprendente que pueda parecer, el tiempo. Un día con cielos azules y temperaturas frescas, con una ligera brisa, es uno de los elementos que más pueden atraer a un viajero asiático, que en sus megaurbes costeras sufre con frecuencia días calurosos, con un calor pegajoso e incómodo. Por eso es más fácil que la experiencia para estos turistas sea más positiva en los veranos frescos de la costa atlántica española y portuguesa que en los del mediterráneo. Y por eso quizás la estrategia de las zonas mediterráneas debería centrarse en intentar atraer a este tipo de visitante en los inviernos, en que su clima es suave y además su ocupación es menor.

En segundo lugar, aprecian muy positivamente los paisajes abiertos, los bosques, los grandes parques, las playas poco concurridas, las rutas de montaña. En general la densidad de población en las grandes ciudades asiáticas es muy superior a la europea y por eso es fácil que un turista agradezca más visitar en Europa un parque natural que una ciudad muy monumental pero muy concurrida.

La belleza del mar

En tercer lugar, les gusta mucho la cultura mediterránea. Nuestra comida, nuestros vinos, nuestro estilo de vida. Por eso valoran muy positivamente poder tener experiencias que les permitan disfrutar en primera persona de esos elementos. Poder acudir a pequeños restaurantes donde sirvan comida sencilla y de calidad, frutas y verduras frescas, mariscos y pescados a la parrilla. Aprecian la gastronomía como cultura, como una forma de entender y conocer mejor la zona que están visitando. Por eso no es extraño verles también en los mejores restaurantes ya que buscan especialmente esa experiencia de calidad.

En esa línea, tienen cada vez más éxito las experiencias inmersivas, como las visitas a bodegas en la que puedan ver todo el proceso de elaboración y terminar con una cata de vino. O asistir a festejos populares y poder vivir el ambiente y las costumbres con gente local, imbuyéndose de la fiesta.

Umbrella Sky Project – Águeda, Portugal

En 2017 subió un 80% sobre 2016 el número de turistas chinos que visitaron Portugal y en 2018 fue nuevamente el país que más aumento porcentual registró. Lo cual no es de extrañar si tenemos en cuenta el clima suave, los bellos paisajes y la gran gastronomía de Portugal. Pero, además, frente al turismo europeo que es muy estacional, el asiático tiende a repartirse más durante el año, porque no busca tanto el sol y la playa y disfruta mucho más de un lugar tranquilo, sin grandes multitudes y temperaturas frescas. Portugal tiene grandes bazas para que este sea el principio de una gran amistad, y que ese viaje de mil millas lo vayan iniciando en los próximos años muchos millones de personas. ¿Estaremos preparados para acogerles?

Oeste con niños

Hay estudios que tienen calculado que los niños sonríen de media 400 veces al día mientras que los adultos únicamente lo hacen entre 30 y 40 veces. También hay varios estudios que tienen analizado que los niños son mucho más creativos que los adultos porque ven la vida como un juego y son capaces de imaginar situaciones divertidas en cualquier escenario.

Afortunadamente, hay momentos en la vida de los adultos en que tienen la oportunidad de recuperar parte de esa alegría, compartiendo juegos con sus hijos, sobrinos o nietos. Para ello basta con soltarse, tirar de un poco de imaginación y dejarse llevar por los pequeños.

Por varios motivos, la región Oeste de Portugal es un escenario ideal para los niños. En primer lugar, porque tiene un clima que favorece mucho las actividades al aire libre; las temperaturas son suaves todo el año, nunca hace ni mucho frío ni mucho calor. En segundo lugar, porque tiene más de 100 km de costa, con decenas de playas, que son uno de los escenarios preferidos por los niños para jugar. Y, en tercer lugar, porque todavía es un destino poco saturado, lo que evita las terribles colas que tanto caracterizan a los destinos infantiles más típicos.

Así que hoy nuestra recomendación es que nos calcemos todos unas imaginarias botas y un sombrero de cowboy, que cojamos nuestros caballos y que nos lancemos a la gran aventura de la conquista del Oeste.

El recorrido puede comenzar en Óbidos, que con su castillo y sus murallas son la mejor inspiración para cualquier aventura. Si somos de los que necesitamos cierta ambientación para entrar en calor, el momento ideal entonces sería en verano, mientras se desarrolla la feria medieval, con sus famosos combates a caballo entre guerreros. Durante esos días se alquilan trajes de época y cualquiera puede jugar a sentirse por unas horas el señor del castillo.

Otro momento también muy adecuado para ir a Óbidos con niños sería el mes de diciembre, durante Vila Natal, cuando toda la ciudad se convierte en un gran parque de juegos y actividades relacionados con la Navidad. En la página del Ayuntamiento se pueden consultar fechas y horarios de estos dos eventos: www.cm-obidos.pt

Las playas de la región son mundialmente conocidas gracias al surf. La playa Norte de Nazaré, con sus olas gigantes, y la de Supertubos en Peniche, con las pruebas del mundial de surf, son las dos más famosas pero casi todas tienen alguna escuela e instructores para iniciarnos en este espectacular deporte. Tendemos a pensar que el surf no es adecuado para niños pequeños pero en realidad, en cuanto saben nadar bien, ya pueden empezar a subirse en la tabla y justamente a esas edades es cuando su aproximación es más sencilla y natural y en seguida dominan los movimientos. Para los más pequeños, lo ideal es empezar en playas con poco oleaje, como la de Gamboa en Peniche, donde ofrece sus cursos la veterana Escola Surf Peniche

Para los que no se animen a probar el surf, otro plan de playa divertido y diferente es el parque acuático de São Martinho do Porto, un conjunto de toboganes y saltos que se instala durante el verano en el mar, a unos pocos metros de la playa.

Y para niños y no tan niños una oferta que nunca falla para pasar un buen rato con amigos es una carrera de karts. En la región hay bastantes kartódromos, todos de buen nivel, como el Kiro Kartódromo do Oeste en Bombarral, el Dino Kart en Lourinhã y el Euroindy cerca de Batalha. Hay incluso una opción para días de lluvia, el Indoor Karting Caldas da Rainha que es algo más pequeño pero también muy divertido. Conviene consultar las edades mínimas, aunque casi todos cuentan con distintas opciones para poder acoger también a los más pequeños.

Podemos continuar nuestra aventura en la época jurásica, buscando fósiles y descubriendo todos los secretos de los dinosaurios en el Dino Parque de Lourinhã.

Y finalmente, para los que quieran sacar partido a las botas y sombrero que se pusieron al inicio y les dé pereza traer su propio caballo, hay también varios centros hípicos de primer nivel donde podrán dar rienda suelta al cowboy que llevan dentro. Destacamos el Centro Equestre Internacional de Alfeizerão, con unas instalaciones completísimas y todo tipo de servicios, y las Quintas de Óbidos, que tiene también unas instalaciones magníficas y va poco a poco arrancando después de unos inicios muy atribulados por la crisis.

Con todos estos elementos y un poco de nuestra imaginación tenemos más que aseguradas las sonrisas de niños y grandes.

Las 7 mejores bodegas para visitar en la región Oeste de Portugal

El segundo domingo de noviembre se celebra el día mundial del enoturismo, una iniciativa de la red europea de ciudades del vino para dar a conocer sus actividades y experiencias.

Como ya hemos destacado en varias ocasiones desde este blog, en la región Oeste de Portugal hay una gran cantidad de bodegas interesantes y que vale la pena visitar, en combinación con la excelente gastronomía y la riqueza cultural de la región.

En la zona de Torres Vedras es especialmente recomendable Adega Mae, que tiene varios vinos premiados internacionalmente. Y, a menos de un kilómetro de allí, también es interesante la visita a la Quinta da Almiara, con su moderno diseño exterior.

En la zona de Óbidos y Bombarral, recomendamos la Quinta do Sanguinhal, con sus vinos de excelente relación calidad-precio, y la Quinta do Gradil, una de las bodegas más antiguas de la zona.

Y en la zona de Alenquer, no hay que perderse la magnífica Quinta do Monte D’Oiro ni la Quinta de Pancas, fundada en 1495 y pionera en introducir castas francesas en Portugal.

Esto en lo que hace referencia a vinos. Los amantes del aguardiente tienen también su cita en noviembre con la Quincena gastronómica aguardente DOC Lourinhã, que este año llega a su undécima edición y es ya todo un referente mundial. Y en la zona de Óbidos también destacan las originales experiencias de licoturismo que propone Vila das Rainhas en torno a su famoso licor de guindas.

La mayoría de estas visitas son indoor y, por tanto, perfectas para disfrutar durante los meses de otoño e invierno. Así que aprovechemos estos días y disfrutemos a tope de las variadas experiencias de enoturismo que nos ofrece la región Oeste.