Hoy vamos a jugar a una versión de pasapalabra que busca concienciarnos de un problema importante que la gran mayoría de nosotros tenemos entre manos y del que a veces nos olvidamos o no le damos suficiente importancia.
Empieza por la O. Organización. Intenta ser organizado y disciplinado en los horarios y normas de uso de tus dispositivos móviles. No lo consultes mientras trabajas o estudias. O programa períodos al menos de media hora de trabajo o estudio y cinco minutos de descanso, como la técnica Pomodoro. El móvil es uno de los principales ladrones de tiempo y de concentración que existen, pero está en nuestra mano evitarlo.
Empieza por la E. Eliminar. Revisa periódicamente todas las apps que tienes descargadas y elimina las que no sean realmente imprescindibles. En la medida de lo posible, evita las redes sociales.
Por la S. Silencio. Gestiona las notificaciones, eliminando todos los sonidos y dejando únicamente los avisos más imprescindibles. Es muy complicado concentrarse si estás constantemente recibiendo sonidos de notificaciones. Y también es muy complicado resistir la tentación de no mirar el móvil cuando te ha sonado un aviso. Pero, de nuevo, está en tu mano eliminar los sonidos y ser tú quien elige cuando quiere mirar el teléfono.
Por la T. Templanza. El diccionario de la Rae define la templanza como moderación, sobriedad y continencia. Aplicado a los móviles quiere decir que no es necesario que te borres del mundo digital o que te vayas a vivir a una eco-comuna hippie. Pero sí que tengas un cierto autocontrol y un nivel de disciplina suficiente para adoptar buenas prácticas en el uso del móvil. Eso incluye por ejemplo no usarlo cuando estás comiendo con otras personas o cuando estás en reuniones con amigos, apagarlo al menos una hora antes de irte a la cama, y no encenderlo hasta una hora después de levantarte.
Por la E. Experiencias. Múltiples estudios han demostrado que para el bienestar personal es mucho más importante tener nuevas experiencias que tener dinero, o un móvil de última generación, o mil amigos virtuales, o 500.000 likes. Experiencias reales, en el mundo real, con personas de carne y hueso, disfrutando la naturaleza, haciendo deporte, probando nuevas comidas, conociendo nuevos lugares, aprendiendo nuevas aficiones. Esas son las experiencias que realmente te aportan felicidad y ninguna necesita que tengas el móvil en la mano.

El móvil ha conseguido penetrar tanto en nuestra vida que no es fácil aplicar estos consejos pero podemos ir poco a poco, consiguiendo mayor autodisciplina, pidiendo ayuda a nuestros amigos y familiares para que sea un ejercicio común y que unos apoyen a otros. Y para los momentos de debilidad, podemos coger la palabra que se lee en acróstico en nuestro rosco, OESTE, porque está también científicamente demostrado que en la región Oeste es mucho más fácil hacer actividades al aire libre, disfrutar del mar, de la naturaleza, de la gastronomía y de la cultura. Quién sabe, igual hasta se acaba inventando la palabra oesterapia para describir todos los efectos positivos que tiene venir por aquí.
¿Y tú? ¿Tienes algún truco o idea que te funcione para hacer un mejor uso del teléfono?