En los años 60 del siglo pasado se estrenó una película musical llamada My Fair Lady, dirigida por George Cukor, con Audrey Hepburn y Rex Harrison en los papeles protagonistas. Tuvo gran éxito de crítica y público y recibió numerosos premios, incluido el Oscar a la mejor película.
Aunque en España va poco a poco creciendo la exhibición de películas en versión original, en aquella época únicamente era posible ver las películas en versión doblada. Y, en el caso de películas musicales, como My Fair Lady, se traducía también la letra de las canciones, lo que suponía a veces un auténtico reto para conseguir que encajase con la música original. Para conseguir mantener la métrica o el ritmo, los traductores se veían en la necesidad de introducir pequeños cambios sobre la letra original. En el caso de una de las canciones de My Fair Lady, que en inglés se llamaba “The rain in Spain”, el cambio fue radical y pasó a ser el que da título de esta entrada. El motivo en este caso fue por necesidades argumentales.
En el texto en inglés el personaje de Eliza Doolittle tenía dificultades con la pronunciación correcta de las letras “ai”, que en inglés en ocasiones adopta el sonido [ei] y el profesor usa la frase “the rain in Spain stays mainly in the plain” para ayudar a Eliza a mejorar su pronunciación. El problema es que en español en la frase “la lluvia en España se queda principalmente en el llano” no rimaba bien y no había mucha opción de mala pronunciación ya que esas letras se pronuncian tal como se escriben y no tenía mucha lógica argumental mantener la frase original. De ahí que los guionistas optasen por centrar la frase en la pronunciación de la elle, que no todo el mundo pronuncia igual.
Hay que decir que el problema con la frase y la canción no fue únicamente en la versión en español. En la versión en alemán se aplicó “Es grünt so grün wenn Spaniens Blüten blühen” que viene a ser “El verdor es tan verde cuando en España florecen las flores”. Y en italiano fue “La rana in Spagna gracida in campagna”, que sería “La rana en España croa en el campo”. Pero ninguna de esas versiones ha tenido tanto éxito como la española, donde la frase penetró profundamente en la cultura popular y aún hoy, más de 60 años después del estreno de la película, sigue siendo habitual oírla cuando llega un día de lluvia en Sevilla.
Pues bien, parafraseando esta anécdota se podría decir que “La lluvia en Portugal, tampoco está tan mal”. Para empezar, porque es esa lluvia la que mantiene los paisajes verdes tan característicos y atractivos de la geografía portuguesa. Y la que permite a Portugal ser uno de los países punteros en energías renovables, gracias a la energía hidroeléctrica. Pero también porque eso permite quedarse en casa, encender la chimenea y disfrutar de una tarde tranquila. O lanzarse a descubrir algunos planes menos conocidos por los turistas y que garantizan una estupenda tarde de diversión familiar.
Empezamos por uno de los más originales: el Quantum Park, en Lisboa, que ofrece una de las mayores superficies indoor de Europa de camas elásticas, zonas de escalada, rampas de skate, y canastas de basket.
Otro clásico para días de lluvia es el Oceanário de Lisboa, que en 2018 fue elegido el mejor acuario del mundo por Tripadvisor, y ofrece siempre cantidad y calidad de actividades interesantes para toda la familia.
Para los que estén en la zona Oeste y les dé pereza coger el coche hasta Lisboa, hay también planes próximos y atractivos. El Bowling Caldas, junto a la zona deportiva municipal, ofrece bolos, juegos, karaoke y, en ocasiones, hasta música en directo. Y en esa misma línea, otro plan interesante es el Indoor Karting Caldas da Rainha que, tiene una pista de karts pequeña pero divertida, y una zona de juegos con snooker y karaoke.
Una opción de excursión diferente es ir a visitar las grutas Mira de Aire, que se encuentran a pocos kilómetros de Fátima y constituyen el conjunto de grutas mayor de Portugal. En la época en que comenzó su explotación comercial, años 70 del siglo pasado, había menor sensibilidad de preservación de la naturaleza, y a algunas personas les puede parecer que las grutas tienen demasiada intervención humana. Pero la experiencia sigue siendo muy interesante y a los niños les encanta la visita.
Luego está siempre el surf, que se puede seguir disfrutando igualmente ya que acabas más o menos igual de mojado con lluvia o sin ella. E incluso el golf, que con lluvia es un poco menos agradable, pero que también se puede jugar igual; incluso, si elegimos los links de Praia del Rey o West Cliffs, podemos llegar a meternos seguramente en una experiencia muy similar a la que tendrían en su tiempo los inventores de este deporte en las Islas Británicas.
Y, por cerrar como empezamos, uno de nuestros planes favoritos es ir al centro comercial La Vie, en Caldas, y ver una buena película. La mayoría de las películas son en versión original, con subtítulos en portugués. La restauración en este centro comercial es en formato food court, lo que permite que cada uno elija lo que le apetezca, que toda la familia encuentre algo de su gusto y que la tarde de lluvia se supere con muy buena nota.
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