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Meditación… en las playas de la región Oeste

En la región Oeste de Portugal hay varios centros que ofrecen cursos o retiros de yoga, mindfulness o meditación. Algunas iniciativas son temporales o estacionales y no muy fáciles de localizar. Entre las permanentes, Ponto Sereno en Leiria, Vitality en Praia da Areia Branca o Yoga para iniciantes Caldas pueden ser una buena opción para empezar a conocer ese tipo de prácticas y ver si nos encajan también a nosotros. Una de las iniciativas más interesantes son los retreats que ofrece Budha Retreats en la pequeña aldea de Columbeira, entre Bombarral y Peniche, en los que se pueden hacer estancias únicamente de yoga o de yoga y surf. Finalmente, no podemos dejar de recomendar a la fantástica Heart Zü, que ofrece clases individuales y de grupo en Lisboa y en Óbidos.

Con quince minutos todos los días se notan ya efectos positivos, sobre todo a nivel de capacidad de concentración, de mejora en la memoria y de bienestar general. Además, esos efectos positivos se pueden conseguir por varios caminos; el mindfulness, la meditación, el tai chi, el yoga o incluso la técnica Alexander comparten unos principios básicos similares, de actitud positiva, de relajación, de estar concentrado en el momento presente y de beneficios posturales, por lo que vale la pena experimentar y ver lo que mejor nos funciona a cada uno de nosotros.

Y lo que también es común a todos esos caminos es que en combinación con la playa multiplican sus efectos positivos. Es bien conocido que el mar y la playa tienen numerosos elementos beneficiosos para la salud: los iones negativos de la brisa marina aumentan los niveles de serotonina y reducen nuestra ansiedad; el yodo presente en el agua y la brisa limpian nuestras vías respiratorias y nos ayudan a oxigenar el organismo; y los minerales presentes en el agua son muy positivos para las afecciones de la piel. Todo ello suele producir un efecto relajante y de bienestar, muy positivo. Pero si a todos esos efectos les sumamos los derivados de sentarnos o tumbarnos unos minutos y practicar alguna forma de relajación, podemos tener una experiencia todavía más completa.

Obviamente, lo ideal es poder hacerlo con cierta tranquilidad, disfrutando únicamente del rumor de las olas. Para ello, las playas del Oeste son perfectas porque suelen ser grandes y permiten fácilmente, bien yendo a primera hora, bien caminando un poco hasta una zona tranquila y sin gente, encontrar ese punto de encuentro entre nosotros, la naturaleza y la paz interior.

El momento ideal es a primera hora de la mañana. La playa al amanecer tiene algo especial, sobre todo cuando la bajada de la marea durante la noche ha dejado la arena lisa y perfecta, como si nos hubieran colocado una alfombra nueva de varios kilómetros solo para nosotros. Caminar por la arena en esos momentos y mirar atrás, viendo que únicamente aparecen nuestras huellas, produce siempre un sentimiento de intimidad y de fusión con el medio realmente especial.

Postre o kéfir

En muchos restaurantes, cuando ofrecen menú del día suelen dar la posibilidad de terminar con postre o café. En Portugal a menudo es complicado tener que elegir porque tanto los postres como los cafés suelen ser de muy buena calidad.

La decisión viene a veces condicionada por la cantidad de comida ingerida previamente, que hace que tal vez ya no te quepa ni un alfiler y te acabes decantando por el café. En ocasiones te condiciona también tu deseo, casi siempre fallido, de controlar un poco las calorías. Hay que reconocer que algunos de los postres más habituales y deliciosos, como la serradura (a base de nata y galletas), la baba de camelo (con leche condensada) o el bolo de bolacha (con galletas como ingrediente principal), son un poquito calóricos e incluyen una cantidad notable de azúcar refinada.

Por eso en los últimos tiempos están surgiendo opciones diferentes y más saludables. Una opción interesante que se empieza a ver ya en los supermercados pero todavía no tanto en los restaurantes son los postres a base de kéfir, uno de los mejores probióticos naturales, que está demostrado que tiene numerosos efectos positivos sobre el organismo. El beneficio más conocido es que ayuda a regular la flora intestinal, mejorando las digestiones y la regularidad del tránsito. Junto a ello o, quizás, justo por ello, al liberar al sistema inmunológico de tareas relacionadas con la actividad intestinal, es habitual que mejore la resistencia a catarros y pequeñas infecciones.

El kéfir puede tomarse natural, como un yogur. Pero también porque es similar a un yogur, pero más completo, encaja muy bien para diversos postres muy ricos y algo más saludables. Por ejemplo, si se bate con miel y el zumo de un limón sale un postre cremoso estupendo. Si se mezcla con plátano, frutos silvestres y granola tienes un desayuno completo y saludable, muy similar al famoso açaí bowl de yogur que sirven en las tiendas más cool de Nueva York. Las heladerías de yogur helado MyIced, que surgieron en Leiria en 2012 y continúan con su imparable expansión por todo el territorio nacional, son un buen ejemplo de innovación constante para ofrecer nuevos productos, deliciosos pero también más saludables y sin azúcar.

¿Y tú? ¿Has probado nuevos postres en Portugal que puedas recomendar?