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En Noviembre, Lourinhã

La pequeña villa de Lourinhã es mundialmente conocida por varios motivos. Fue el lugar en el que se encontraron los primeros restos de dinosaurios de la península ibérica, en 1863. Y también donde se localizó un ejemplar único en 1949, que se acabó denominando Lourinhasaurio y que ha sido objeto de un profundo estudio científico.

Esta intensa relación de la villa de Lourinhã con el mundo de los dinosaurios hizo que en 2018 abriese allí uno de los mayores parques al aire libre del mundo dedicados a estos animales, el Dino Parque. A lo largo de una extensión de 10 hectáreas de bosque se encuentran reproducciones a tamaño real de los principales dinosaurios conocidos, permitiendo un conocimiento directo y en un entorno natural de cómo eran estos animales. El parque incluye también zonas educativas y de juego, en las que los chicos pueden trabajar sobre piedras y encontrar pequeños fósiles.

El parque está abierto todo el año pero Noviembre es una muy buena opción porque permite una visita más tranquila, con menos afluencia de visitantes que en las fechas vacacionales más típicas. Los árboles de la zona están además en pleno esplendor del otoño, con una paleta de colores espectacular. Y además se puede hacer coincidir la visita con la Quinzena Gastronómica Aguardente DOC Lourinhã, que va ya por la décima edición y se desarrolla en la mayoría de los restaurantes de la ciudad.

Para los que todavía no conozcan el aguardiente de Lourinhã, es una gran ocasión de probarlo, primero en su formato líquido, que es muy apreciado, ya que en Europa únicamente hay tres aguardientes DOC: Cognac, Armagnac y Lourinhã. Pero también se puede probar en las múltiples recetas tanto en platos dulces como salados que lo incorporan durante estas jornadas gastronómicas y que consiguen unos sabores excepcionales y sorprendentes.

Una opción para un día completo podría ser visitar el Dino Parque por la mañana, comer en alguno de los restaurantes a mediodía y dar un paseo por la tarde. Para el paseo, se puede ir hasta la playa de Porto das Barcas, una playa virgen en una pequeña ensenada, que se caracteriza por tener aguas más calmadas y transparentes que otras playas más abiertas de la zona.

Un pequeño paraíso para bajar la comida, ver la puesta de sol desde la playa y completar un día al aire libre perfecto para niños y grandes.